Inauguramos el curso 2017/18 con la exposición de una artista jovencísima (1995) que se asoma con fuerza y entusiasmo al fascinante mundo del arte nada más obtener su graduación en junio de 2017.

A la hora de escoger las obras para esta exposición, reflexioné sobre el aspecto de mi trabajo con el que me identificaba más, con qué obras quería presentarme.

En este momento lo que me interesa es que mis obras reflejen mis inquietudes, por una parte inquietudes artísticas, como es la profundización en el estudio del color y las formas, por otra mis inquietudes sociales, la lucha contra la violencia que sufre la mujer.

He trabajado distintas técnicas, me encuentro a gusto en muchas de ellas, especialmente con la escultura. Por eso, rápidamente, tuve claro que en mi exposición tenía que estar presente.

Me fascina la fuerza comunicativa del color, cómo influye en las emociones, cómo se utiliza en el arte y en la sociedad de consume. Esta forma de abordar el color y el uso que hago de él en mis obras de una manera tan primaria es un camino en el que quiero seguir.

No me cabe duda que estas  obras, de estética común, (formas voluminosas, colores vivos y planos, repetición de volúmenes y espacios), estas líneas tan definidas  de tantos colores, los cuerpos de mujeres voluminosos, que llaman la atención, diferentes composiciones de fragmentos del cuerpo femenino, acentuando y definiendo exageradamente sus formas, reflejan mi búsqueda de un lenguaje que tiene fundamentos en el arte pop.

Tina Piñero